El Señor sabe esperar.
Ningún hombre está lejos del Señor
El Señor ama la libertad, no impone su amor.
No fuerces el corazón de ninguno de nosotros.
Cada corazón tiene su propio tiempo, que incluso nosotros no podemos entender.
Él toca a la puerta y se para en espera. Cuando el corazón esté listo, se abrirá
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